29 diciembre, 2007

Ausencia

El bosque huele a ti
y me invade
tu presencia por los poros.

Hoy el bosque grita tu nombre.

Hoy estas ausente...




Este breve verso, tiene historia... no tiene nada que ver con el susodicho al que se lo dedico, pero me sirve para ubicarme en el tiempo. Todo empezó con un fin de semestre en el que Diana propuso ir a pasar una semana en su cabaña en QuienSabeDonde Michoacán, a unos kilometros de Cd. Hidalgo. No sé si se llamaría así pero creo que el lugar donde estaban las cabañas le decían Tejamaniles (CREO). El lugar era divino, el único detalle es que la cabaña, a pesar de estar rodeada de otras que hasta SKY tenían, no tenía luz (que no me estoy quejando me encanta estar en el wilderness) el problema es que una vez que oscurecía y no había luna llena o estaba nublado no podías ni ver tus zapatos y a mi eso si me da ñañaras, porque los animales del bosque son impredecibles. el Condo, tenía una pila de aguas termales ardiendo, deliciosa, el detalle era ver como saltaban las ranas y se quedaban tiesas (nunca me animé a probar la delicatessen de ancas) así sabías que realmente estaba caliente, pero una vez adentro nada más te ponías rojo rojo como langosta y luego ya no te querías salir. Bueno... el chiste es que se supone que ibamos a ir como 8 por lo menos... terminamos siendo solo Juan Carlos, Diana y yo (el terrible mal tercio porque ellos andaban en esas é
pocas) y luego para rematar Juan se iba el miércoles y nosotras nos ibamos a quedar hasta el sábado. Un día se nos ocurrió ir al pueblito que vimos cuando llegamos... solo que caminabamos hacia abajo... después de aproximadamente hora y media de ir por la carretera sin idea de a donde ibamos (ah si, ibamos a pie) pasó un un trailer cargado de troncos en la parte trasera, y cuando le preguntamos que qué tan lejos estaba el pueblo nos dijo... mejor subanse... el chiste es que ahí nos tienen a los 3 trepados en los troncos (diana llevaba plataformas) todavía nos echamos como 20 mins más de camino y llegamos a una intersección donde el chofer nos dijo que ya estabamos más cerca... afortunadamente pasaron unos chavos en un chevy y como solo nos vieron a diana y a mi se les hizo fácil ofrecernos el aventó a la ciudad, pero pues les cayó el chahuistle cuando se dieron cuenta que también iba Juan jejeje... bueno estando en el pueblo milagrosamente nos encontramos a una chava que iba conmigo en Primer semestre de Prepa, se llama Paloma (que no sé ni como la reconocí pero el chiste es que la reconocí ) ella nos salvó la vida el día que Juan se fue, porque por babas se nos hizo tarde ya no salían camiones para nuestro rumbo y ella nos invitó a quedarnos en su casa (nosotras nos hicimos del rogar, pero la verdad es que no teníamos de otra) su intensión era presumirnos como sus amiguisimas de Querétaro de la prepa Tec en una premiación de prepos en un antrillo donde fuimos la sensación que hasta le dió coraje que la ignoraban. pero pues ella ya nos había invitado así que ni pex jajaja al día siguiente nos llevó a la cabaña pero bueno para todo esto... el verso nació un día en el que desperté con frío en la sala de esta cabañita frente a una chimenea en la que solo quedaban cenizas, a mi derecha dos tórtolos abrazados calientitos y yo solo podía oler el bosque... ahí... me acordé de él... y de lo mucho que me hubiera gustado que estuviera ahí...

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