ante sueños cenizos y etílicamente alcanzables
Aparece tan fugaz como el haz de luz
que traiciona al anochecer sin que llegue un sol nuevo.
Mutila esta piel mientras corroes las entrañas
con ese voraz veneno que se cría en tu boca
Insiste, como el siroco que destruye los valles,
que con su rastro frío que se escapa entre los dedos
Amanece en este sueño
que se fractura mientras exhalas un nombre al viento.
Niégalo todo.
Así las cosas son más fáciles.
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